Y llenamos el furgon
Ahora ya solo es un recuerdo, un buen recuerdo, ya he olvidado el frío, las horas de pie, y el dolor de espalda, ahora, al ver de nuevo las fotos, solo recuerdo que disfrute mucho, fuera de las tensiones cotidianas del trabajo, y de los partidos en los que solo cuenta el ganar, esa noche todo el mundo tenia una sonrisa en la cara, poco importaba ganar o perder, poco importaba el compañero con el que jugaras o contra quien jugaras, lo importante era estar allí. Recuerdo algún detalle, que me reservo para mí, que me devuelve la confianza en que con voluntad y esfuerzo todo puede ir bien. Voluntad, esfuerzo y eficiencia que demostraron Juanjo, Alfonso y Pedro una vez más. El espíritu de la Navidad estuvo presente y este nos unió por una buena causa, eso es lo importante. La Navidad ya paso, pero queda patente que el colectivo del padel en Úbeda puede congregar a gran numero de personas, que nos volcamos cuando se trata de torneos benéficos y que podemos hacer grandes cosas. Este es el espíritu que nos debe acompañar todo el año y ya puede llover cuanto quiera…
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